TODO TAN INCIERTO
Vivimos en un mundo de preocupaciones. Donde aún hay innumerables incógnitas que se siguen sumando a la lista. Y añadir, que también existen las incertidumbres por otros temas globales como, por ejemplo, el cambio climático y la situación económica en el mundo. Y no podemos escapar a las incertidumbres personales, desde financieras y sociales hasta existenciales. Ciertamente, un panorama de tiempos inciertos y vidas inestables.
A más de dos años de la emergencia mundial por la enfermedad covid-19, que cobró la vida de más de 6 millones de personas y la guerra en Ucrania son demostraciones devastadoras del complejo de incertidumbre al que nos enfrentamos. Ambas, han provocado el aumento de la volatilidad de los precios de la energía, los alimentos, los fertilizantes, las materias primas y otros bienes. Y que hablar, de la posible hambruna mundial, la sensación de inseguridad está aumentando en casi todo el mundo.
¿Qué está ocurriendo? ¿Cómo nos ayuda la perspectiva general del desarrollo humano? A examinar la forma de entender y afrontar el complejo de incertidumbre actual, por las transformaciones sociales intencionadas y por la creciente polarización todo ello impulsado por el Antropoceno (en donde el ser humano es la fuente dominante que define el futuro del planeta, pero irónicamente no tenemos necesariamente el control total sobre este.
No todo marcha bien, pero no todo está perdido. Las políticas centradas en la inversión, los seguros y la innovación contribuirán en gran medida a ayudar a las personas a navegar por el nuevo complejo de inseguridad y a sobrellevarlo. Teniendo en cuenta que, nuestras decisiones a menudo tienen su origen en lo que valoramos, que a su vez se basa en nuestro contexto social y es contextual y maleable.
La pandemia de COVID-19 es una mirada a una nueva realidad. Donde los grupos más propensos a ser dejados atrás han sido los más afectados por sus riesgos económicos y sanitarios. Las consecuencias de las intervenciones monetarias y fiscales nunca vistas con las que se pretende rescatar a las economías devastadas, muchas todavía marcadas por la crisis financiera mundial, siguen siendo en gran medida inciertas.
Finalmente, para Maggie Jackson, la incertidumbre es maravillosa porque nos hace pensar mejor. Los seres humanos se sienten muy incómodos con la incertidumbre y hay muy buenas razones para ello. Por el bien de nuestra supervivencia, necesitamos tener respuestas ante nuestras incógnitas. Cuando algo sale mal, nos encontramos con algo nuevo o cuando hay un problema que no conocemos, la incertidumbre nos desafía, nos provoca a pensar en algo que debemos reflexionar en ese momento. Así que la incertidumbre es el trampolín hacia un pensamiento mayor.
Es cierto, estamos pasado por situaciones difíciles, pero no nos afanemos. Sino disfrutemos cada instante de la vida. Y hoy más que nunca cumplir nuestros sueños, probar cosas nuevas y retarnos a nosotros mismos, sin miedo a los riesgos. Recuerdo que, mientras algunos temían los límites del COVID19, otros vieron oportunidades e innovaron llevando a otro nivel sus negocios. Si tienes algo pensado, hazlo no esperes tenerlo todo hoy.
INFORME SOBRE DESARROLLO HUMANO 2021/2022
PANORAMA GENERAL
Tiempos inciertos, vidas inestables: configurar nuestro futuro en un mundo en transformación
https://hdr.undp.org/system/files/documents/global-report-document/hdr2021-22overviewsppdf.pdf
Vivimos en tiempos inciertos.