ASTUTAS REDES
En un momento estás completamente inmerso en un trabajo y un segundo después te ves mandando un mensaje en un grupo de WhatsApp, mientras te enteras por alguna red social de los últimos rumores del espectáculo y miras algún video que te salió como, loritos besándose, lo cual te causó ternura y después un tutorial de algo que sabes que nunca harás, pero que te causa curiosidad, ¿te ha pasado?
El resultado final es que uno no termina haciendo nada, con un sentimiento increíble de frustración. Personalmente, innumerables veces he sentido que el abuso de redes sociales especialmente TikTok, Facebook e Instagram han despertado en mí una asociación de sentimientos como la depresión, un déficit de atención para realizar mis actividades cotidianas, insomnio, las bajas horas total de sueño hasta disminución del rendimiento académico.
Las redes sociales surgen pensado milimétricamente desde un laboratorio de tecnología persuasiva. Con el fin de manipular lo que pensamos y lo que hacemos con nuestros celulares o con nuestra supercomputadora ultraliviana. Donde diferentes aplicaciones compiten por nuestra atención. Lo que comercializan estas empresas es tiempo. Nuestro tiempo. El que pasamos en sus plataformas.
El fundador de Netflix, sin ningún disimulo, confesó públicamente que su mayor enemigo es el sueño. Su ganancia crece aún más si dormimos menos y pasemos más tiempo mirando sus series. Otras plataformas que nos llaman la atención con la palabra “descarga gratis”, aparentemente no nos cobran nada y pensamos que nos hacen un favor, pero la verdad es que nosotros le estamos accediendo a regalarles horas de nuestra vida a esas astutas redes.
Por otro lado, vivimos buscando la aceptación de los demás, un área de manipulación especialmente sensible para las niñas adolescentes que llegan a compararse negativamente con imágenes posadas y retocadas de otras personas que parecen más delgadas, más guapas, adinerada y populares. Plataforma como Instagram lleva a más jóvenes a sentirse ansiosos, deprimidos y preocupados por su imagen.
Finalmente, la salida es comenzar a pensar que la internet y los dispositivos están al servicio de la vida que queremos vivir, no de la que otras necesitan que vivamos. El uso de las redes sociales es positivo, siempre y cuando no se dejen de lado el resto de las actividades propias de una vida normal (estudiar, hacer deporte,salir con los amigos, ir al cine o relacionarse con la familia). No permitamos que estas astutas redes provoquen en nosotros aislamiento, induzca a la ansiedad o nos afecte nuestra autoestima.
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